24.10.04

Aspiraciones

Kao Ani mood iconsmood: exhausted
leo: Valeriano Gutiérrez Macías, Biografía de Gabriel y Galán
veo: Cameron Crowe, Almost Famous
oigo: The White Stripes, In the cool, cool nigth

El hombre siempre quiere mejorar. Es una aspiración muy legítima y refrendada por la práctica a lo largo de los siglos.

Así es que el próximo martes, 26 de octubre, me daré una vuelta por el barrio a ver si en esta recogida de muebles encuentro una silla de oficina en mejor estado que la última que subí a casa. Esta vez exijo que el respaldo no se vaya hacia atrás y la barra que lleva en el interior no llegue hasta el suelo y raye el parqué.

Es una aspiración muy legítima.

20.10.04

amenities

Kao Ani mood iconsmood: optimistic
leo: Tobias Wolff, La casa de al lado
veo: Godard, Vivre sa vie
oigo:Katerine, Mon bel andalou

Cada vez que s vuelve de viaje nos llena la casa de frasquitos de champú y de gel y esponjas para los zapatos y estojos de costura, que me gusta mucho más que sewing kits, e incluso acondicionadores de cabello, jabón facial, body milk y zapatillas. Yo nunca las había visto de otros continentes hasta que llegué aquí. La verdad es que ni siquiera sabía que regalaban zapatillas de felpa. En fin, hasta ahora sólo he dormido en sitios donde te dan un sobre de champú y una pastilla de jabón duro. Tampoco sabía que se llamaban amenities. Al principio me hacía mucha gracia. Los abría para olerlos y volvía a taparlos con mucho cuidado, convenciéndome de que olían a otra cosa, o intentando ordenarlos en el baño por marcas, productos y colores. Cuando falta jabón s saca sus amenities para que nos lavemos las manos. Entonces te das cuenta de que huelen igual que olían los sobres de champú.
Igual.

19.10.04

Felicidad, casi

Kao Ani mood iconsKao Ani mood iconsmood: touched/nostalgic
leo: Carver, Tell the Women We're Going
veo: estudiantes en la E. T. I. Agrónomos
oigo: Philippe Katerine, Mon bel andalou

Casi. He estado con p hasta que ha salido su autobús, unas tres horas. No hemos hablado demasiado del pasado común, lo que me parece un indicio inequívocamente positivo para una amistad: hay futuro. He vuelto a casa con ganas, llovía un poco. He preparado unas tostadas de queso con mermelada de ciruelas y queso, y una taza de té rojo que me recordó a las granadas que estuve recogiendo el domingo y a que olía igual después de regar los árboles. Es una lástima que ese sabor del té, algo desagradable, a tierra mojada, estropeara un recuerdo tan bucólico. Después he encendido este cacharro con el estado de ánimo perfecto, una nostalgia optimista y sin lastrar.
Sí, claro que hemos hablado de él. A mi me hubiera gustado poder contar la historia entera, desde el principio hasta el final (de no ser por esta falta de habilidad para manejar los tiempos que me obliga a avanzar siempre en círculos), pero no he tenido ganas, fuerzas para hacer el ejercicio de memoria y de narración. Tampoco para los ejercicios de hipótesis. Sobrecarga muscular. Y menos para los análisis de indicios, señales y síntomas que sí, significan. Pero no, no es obligado que lo hagan.

Casi.