3.9.05

el maravilloso mundo de la selección de personal

acaba de llamar a mi puerta de nuevo, después de un año de cvombardeos de baja intensidad. Esta vez la entrevista fue del tipo yo-te-pincho-para-que-tú-saltes. Bastante divertida. Adjunto traducción resúmen. Evidentemente, esto no es la transcripción literal, sólo el sentido último. En las entrevistas todo funciona como una balsa de aceite. O de vaselina.

- Vamos a ver, ¿qué coño hace una pringada como tú aquí? ¿Fregar baños?
- Oye encanto, que yo esto lo sé hacer de sobra y mejor pagado. ¿Quién te crees que eres por entretener jubilados con cursitos de culturilla?
- Mira, que me das igual, que total, si acaso, vas a hacer una sustitución que no te va a dar ni para rimmel, lela.
- Avísame si te la vas a meter por el culo tu oferta de trabajo. Es para aplaudirte.*


Después me fui a ahogar mis penas en lencería fina.