sólo una frase
para dejar constancia (las huellas fechadas de Lejeune) de que existo, de que aún estoy aquí, aunque me coman otra vez los malos hábitos cuando casi había conseguido disciplinarme.
Dios mío, bendíceme con el don de la rutina.
diario
para dejar constancia (las huellas fechadas de Lejeune) de que existo, de que aún estoy aquí, aunque me coman otra vez los malos hábitos cuando casi había conseguido disciplinarme.
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