una emocionante aventura
, de esas que depara no el destino, sino la penuria de tener que compartir una infravivienda con instalación eléctrica "del año de la tos", "de cuando Santiago Bernabeu iba al colegio" (cito a Luis, electricista y diseñador de automatismos). "Preconstitucional", había dicho yo la noche anterior (mi memoria histórica no da para mucho más), cuando un diferencial reventó y nos dejó a oscuras.
Hay una señal de humo en la pared. El diferencial había superado la temperatura a la que se quema la porcelana y se funde el cobre.
Luis dice que podríamos haber muerto.
Pero inquilinos para un piso barato se encuentran pronto.